1. Introducción a los medios tácticos aleatorios en defensa
La tendencia actual de las defensas en balonmano y las pretensiones de los entrenadores, es hacer cometer errores al juego tan variado y rico que exhiben los atacante y, obtener de vez en cuando, mediante acciones aisladas y no siempre regulares o habituales, alguna ventaja en la iniciativa del juego.
En el documento anterior que subí al blog sobre reflexiones tácticas de los medios de la defensa en el balonmano, me centré en informaros sobre las acciones individuales o marcaje a jugadores ofensivos directos o no, con la finalidad muy focalizada en las intenciones individuales siguientes:
- Marcaje visual a distancia, en línea de tiro Adoptar correctamente por parte del defensor, el control a distancia de su oponente directo. Denominado.
- Mayores espacios de intervención individual. Permitir comportamientos más intensos y presionantes en los espacios eficaces de mí oponente directo: cerrar líneas de pase, alejar de la zona eficaz la recepción de balón de mi oponente directo, alterar las distancias y espacios eficaces de mi oponente cuando se encuentra en posesión de balón.
- Contacto físico y control del oponente directo. Realizar en el espacio y en el momento adecuado que interpreta el defensor, el contacto físico con mi oponente y controlar su acción.
- Trabajar intenciones tácticas colectivas con los compañeros. Es preciso indicar que, si queremos ser efectivos en defensa, en cualquier sistema defensivo, es necesario situarse en el espacio defensivo oportuno que permita coordinar, además, acciones con varios jugadores. Es obligado cumplir con la basculación de todos los defensores hacia la zona donde se encuentra el balón, cubrir los espacios del jugador que sale en profundidad a tomar contacto con poseedor de balón o doblar al jugador que ha sido desbordado por su oponente, realizar cambios de oponente o deslizamientos.
La unión de las conductas o actitudes defensivas individuales y cooperativas se coordinan y se yuxtaponen, formando el modo de funcionamiento de las defensas en zona 6:0 y 5:1, basadas principalmente en una concepción y pensamiento defensivo donde se prima la protección de la portería y evitar el gol.
En el mismo artículo, amplié la información sobre el modo de actuar la defensa en acciones colectivas de cooperación ante los núcleos o sociedades de colaboración (2×2, 3×3…) organizados por el ataque adversario, teniendo en cuenta la circulación cambiante y permanente del balón.
En la actualidad, compruebo que, la evolución hacia defensas modernas, se produce coordinando, además de lo indicado anteriormente, actuaciones de táctica individual ocasionales de algunos defensores que intervienen en mayor medida sobre las líneas de pase de los atacantes y, que se llaman proactivas con la intencionalidad de anticipar, tomar la iniciativa del juego o desestabilizar el ataque contrario.
En la realidad de la competición, la evolución defensiva se evidencian en la existencia de actuaciones sobrevenidas individuales que afectan sistémicamente a la estructura de funcionamiento de las defensas zonales. Me refiero, con independencia del sistema de defensa elegido, a la existencia de ciertos jugadores que dominan la capacidad de intuir el ataque contrario y les permite anticiparse a las acciones ofensivas y favorecer recuperaciones de balón que anticipan la formación del contraataque.
La capacidad de intervenir esporádicamente y sorpresivamente con anticipación, es el punto de partida diferencial en el pensamiento táctico de las defensas reactivas y las actuales más activas. El principio defensivo, se basa en la renuncia a ir a remolque de las intervenciones atacantes y, preocuparse más de conceptos de anticipación a la iniciativa del atacante. Esta filosofía defensiva, encaja con las enseñanzas de los maestros y referentes como Juan de Dios y Juan Antón al hablar del pensamiento actual defensivo “el tradicional juego defensivo cerrado y pasivo a la espera del ataque decisivo del rival, pasó a la historia hace tiempo”.
Las defensas capaces de aprovechar su anticipación, para sorprender al rival, tienen como objetivo, además de recuperar rápidamente el balón, romper el ritmo del ataque o alterar espacios de juego ofensivos, ocasionando intranquilidad, alarma o inquietud ofensiva en la construcción del juego ofensivo adversario.
Este concepto defensivo novedoso, en su aplicación real, requiere la necesidad de disponer de jugadores defensivos, con una mayor capacidad perceptiva de las situaciones espaciales posibles donde es necesario percibir a su oponentes directo y, también al oponentes no directos.
2. Medios tácticos aleatorios incorporados a los sistemas tradicionales
Así los describe Juan Antón, “los medios activos defensivos se desarrollan en base a las estrategias dominante y óptima, lo que implica la toma de iniciativa por parte del defensor, anticipándose a las acciones emprendidas por el equipo atacante”
En la actualidad, las defensas intervienen en la aplicación de los sistemas de juego defensivos, con disposiciones iniciales, más profundas y significativas hacia la primera línea de ataque. Ya desde el inicio del ataque posicional adversario, en los partidos actuales de alto rendimiento, vemos y comprobamos que la actitud defensiva que se muestra y ofrece al atacante contrario, no es de sometimiento, sino de irrumpir y acosar permanente en sus espacios y en las posibles maniobras o movimientos técnico-tácticos que quiera efectuar. La idea inicial de la defensa es producir cierta intimidación al adversario e incluso llevar la iniciativa del juego. Ver gráfico.
Dichas actuaciones en defensa, por una parte, exigen mayor calidad técnica y física, si bien generan mayor riesgo defensivo y, posiblemente, sobre todo en los inicios, la aparición de errores. No obstante, compruebo, que son desarrolladas con un gran talento por los protagonistas defensores, enriqueciendo sus posibilidades creativas y, además, ofreciendo al juego, seguridad y mayor espectacularidad.

Dicha actividad defensiva tolera, programa y acepta intervenir con mayor iniciativa: para cumplir con el propósito de intervenir entre las líneas de ataque ofensivo, la actitud de los defensas es diferente ante el atacante adversario:
- Mayor capacidad de desplazamiento. Facilita utilizar orientaciones diferentes en la posiciones de base defensivas,
- Ampliar su espacio específico de defensa. Permite desplazamientos en profundidad ocupando espacios diferentes a su espacio zonal específico y maniobrar e intervenir en espacios indeterminados no específicos de su zona de defensa, ante atacantes directos y también indirectos.
- Forzar a los atacantes a tomar decisiones no habituales, menos mecanizadas y más complicadas.
Estos cambios en las conductas y movimientos en defensa, pretenden realizar una oposición al ataque contrario rompiéndole la iniciativa del juego y dirigen sus actuaciones fundamentalmente, a recuperar el balón, bien por interceptación o bien provocando errores en el ataque.
En la práctica, algunos defensores de cualquier sistema de defensa en zona, además de sus acciones defensivas tradicionales de control de su oponente, cubrir, doblar, cambiar de oponente, integran actuaciones de maniobras, de flotación, disuasión, interceptación o ataque al impar que sorprenden al ataque.
La sorpresa que comportan estas actuaciones esporádicas las hace eficaces, pero no se recomienda ser usadas como actividades regulares y perdurables, sino, como adaptaciones sistémicas en momentos defensivos oportunos y en los que, en la mayoría de las veces son decididos por la iniciativa individual, sin embargo, debe ser tenido en cuenta en coordinación por todo el cuerpo defensivo.
No obstante, no podemos ni debemos perder en la actividad defensiva, aunque sea activa, atender a mejorar las acciones defensivas básicas que se realizan, sobre el poseedor y en la zona que se encuentra el balón. Dichas conductas en defensa permiten mantener, los ajustes necesarios sobre el bloque defensivo compacto y denso, que son el eje de gravitación fundamental del funcionamiento defensivo (control a distancia, control del oponente con balón, bascular y cubrir).

La utilización de medios mas activos en defensa, produce una dinámica en la defensa que modifica las técnicas defensivas utilizadas por los defensas, cambios iniciales de orientación y de aumento de su espacio específico o no, posibles ampliaciones de espacios específicos de los defensas, sin embargo, derivan a conseguir otras intenciones defensivas que surgen en el comportamiento defensivo, como:.
- Romper el ritmo de circulación de balón.
- Modificar las distancias con sus atacantes y perturbar sus acciones técnicas peligrosas.
- Provocar dudas o dificultades de comunicación entre atacantes y dificultar los tiempos de posesión de balón.
- Forzar respuestas poco entrenadas susceptibles de errores y previsibles de ser anticipadas por la defensa.
a. La flotación
La flotación en defensa, admite y permite modificaciones de conductas, posiciones y orientaciones defensivas. El defensor que flota sorprende al ataque adversario, con un cambio de su espació específico de acción y de su oponente directo; anticipa y varia su espacio con alguna anterioridad, facilitando la sorpresa y forzando el ritmo del atacante, alterando su toma de decisiones hacia acciones no habituales en espacios menos eficaces.
La flotación, en el primer momento, supone la intervención alternativa de varios defensores, que actúan principalmente, sobre los diferentes puestos de primera línea de ataque, para disuadir y crear confusión, implica el cambio de las responsabilidades de marcaje directos de otros defensores cercanos a su espacio..
Se utiliza en los sistemas defensivos zonales, pero con mayor frecuencia en sistemas formados por dos líneas. Estas actuaciones deben ser coordinadas por todo el cuerpo defensivo y no perder de vista las acciones defensivas sobre el poseedor y zonas donde se encuentra el balón, que son el eje fundamental del funcionamiento defensivo tradicional.
Tipos de flotación:




En resumen, las defensas modernas en balonmano buscan anticiparse y sorprender la iniciativa del ataque, utilizando estrategias proactivas de flotación, ataque al impar y dos contra uno, facilitando con ello la recuperación del balón por anticipación o por la creación de situaciones ofensivas de mayor incertidumbre, provocando errores en las decisiones atacantes.
b. Ataque al impar
Atacar a un jugador que no sea tu oponente directo, utilizando una trayectoria diagonal que no es percibida por el atacante, produce sorpresa y confusión atacante, pero exige también, un cambio de oponente directo y de puesto específico del jugador que toma la iniciativa.
La diferencia con la acción defensiva de flotación radica en los siguientes matices:
- Exige al defensor cambiar de línea defensiva y aumentar su intensidad defensiva.
- Es imprescindible realizar acoso a su nuevo oponente, con contacto físico, rompiendo el ritmo de ataque e impidiéndole la continuidad en su avance, intención o pase a un compañero.
- Es una respuesta activa que se produce de forma inmediata y rápida. Se termina con la señalización de golpe franco en el mismo momento, facilitando la recuperación de su puesto específico
- Una intención muy usada por el defensor es intentar provocarle la falta de ataque.
Tipos de ataque al impar

